2. Que el Señor de la paz les conceda la paz, siempre y en toda forma. El Señor esté con todos ustedes. (2 Tesalonicenses 3:16)
3. Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. (Colosenses 3:15)
4. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7)
5. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes. (Filipenses 4:9)
6. Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14)
7. La obra de la justicia será la paz, y el fruto de la justicia, la tranquilidad y la seguridad para siempre. (Isaías 32:17)
8. Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! (Juan 14:27)
9. Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
10. ¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes (Juan 20:21)
11. El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. (Lucas 4:18)
12. Gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz. (Lucas 1:78-79)
13. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
14. Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1)
15. Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz. (Romanos 8:6)
16. Me acuesto en paz y en seguida me duermo, porque sólo tú, Señor, aseguras mi descanso. (Salmos 4:9)
17. El Señor fortalece a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz. (Salmos 29:11)